René y Georgette Magritte bailando a la luz de la luna de una noche surrealista y mágica.
René Magritte (1898-1967) proclamó mil veces que no quería conocer las circunstancias que habían formado su personalidad y, muchos menos, su arte. No creía en el determinismo y rechazó siempre a quienes persistían en interpretar su obra. Considerado el mejor narrador del absurdo cotidiano, defendió a muerte los misterios sin palabras.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada